En el entramado de la política regiomontana, cada día parece traer consigo un nuevo capítulo de corrupción y escándalo en el seno de Movimiento Ciudadano. En esta ocasión, el epicentro del huracán es una serie de maniobras financieras y conexiones oscuras que involucran a figuras prominentes como Samuel García y Félix Arratia.
Félix Arratia Tiene Historial de Corrupción
Recordemos que las sospechas sobre Arratia no son nuevas. Hace poco más de un año, este funcionario se vio envuelto en un vendaval de acusaciones y abandono temporal de su cargo en la Subsecretaría de Administración Tributaria de Nuevo León (SAT-NL). Sin embargo, su regreso al puesto no trajo consigo el fin de las investigaciones en su contra, sino más bien un giro inesperado en el panorama político.
Los datos recabados revelan una red de intereses entrelazados que desembocan en jugosas transacciones económicas. Uno de los proveedores privilegiados por el Gobierno del Estado, Suministro MYR, ha estado en el centro de esta tormenta financiera. A través de una compleja triangulación de fondos, esta empresa habría canalizado más de 200 millones de pesos a un despacho jurídico vinculado estrechamente con Samuel García y su padre.
Samuel García: Fraude Fiscal
Los documentos obtenidos muestran que entre octubre de 2021 y noviembre de 2023, Suministro MYR facturó cerca de mil millones de pesos al Gobierno estatal por diversos servicios, incluyendo alimentación en instituciones penitenciarias y eventos oficiales. Sin embargo, lo más alarmante es el destino final de una parte de estos fondos, que terminaron en las arcas del despacho Firma Jurídica y Fiscal Abogados, donde el Gobernador tiene una participación del 50%.
Esta intrincada telaraña de corrupción no solo mancha la reputación de quienes la tejieron, sino que también arroja luz sobre la fragilidad de nuestras instituciones de control y supervisión. A pesar de los múltiples señalamientos y solicitudes de transparencia, las autoridades locales han optado por el silencio o la negativa a proporcionar información relevante, como en el caso de los registros de las sociedades civiles vinculadas con García y su familia.
Félix Arratia y Samuel García Están Vinculados en Operaciones Ilegales
Pero la trama se complica aún más con la conexión entre Félix Arratia y Samuel García. No es casualidad que Arratia, tras su breve paso por el ostracismo político, haya sido reincorporado al gabinete estatal bajo la mirada complaciente del gobernador. ¿Qué papel juega realmente Arratia en esta maraña de intrigas financieras? ¿Estaba al tanto de los entresijos que rodeaban a García y su despacho jurídico?
Las implicaciones de estos hallazgos son profundas y preocupantes. Mientras Félix Arratia aspira ahora a la alcaldía de Juárez, surge una pregunta inevitable: ¿podemos confiar en alguien que estuvo involucrado en uno de los mayores escándalos de corrupción en la historia de Nuevo León? La confianza ciudadana, ya minada por años de abusos y desfalcos, se encuentra en su punto más bajo, y la sombra de la corrupción amenaza con ensombrecer aún más el futuro de la entidad.
Es imperativo que la sociedad civil exija rendición de cuentas y transparencia absoluta en el manejo de los recursos públicos. No podemos permitir que el poder político sea utilizado como un vehículo para el enriquecimiento personal y la impunidad. El futuro de Nuevo León depende de nuestra capacidad para erradicar la corrupción y restaurar la confianza en nuestras instituciones.
