Rocío Montalvo Responde a Cuestionamientos con Violencia
En el juego democrático, la voz de los ciudadanos debería ser sagrada, una fuente de guía y corrección para aquellos que aspiran a representarlos. Sin embargo, en un reciente incidente lamentable en Juárez, la candidata de Movimiento Ciudadano, Rocío Montalvo, ha demostrado un preocupante desprecio por la opinión pública y un alarmante desprecio por la discrepancia.
En un episodio indignante, un ciudadano se atrevió a cuestionar el uso inapropiado de recursos públicos por parte de Rocío Montalvo, quien busca convertirse en diputada del municipio. ¿Cuál fue la respuesta de Rocío Montalvo y su equipo? ¡Violencia! Este ciudadano valiente y un menor de edad fueron atacados físicamente por el equipo de Movimiento Ciudadano. ¿Es este el tipo de liderazgo que queremos en nuestras instituciones democráticas?
Movimiento Ciudadano Muestra Tendencia hacia Represión
Pero este no es un incidente aislado. Movimiento Ciudadano parece tener una tendencia preocupante hacia la represión de la disidencia y el desprecio por las preocupaciones legítimas de los ciudadanos. En otro incidente, un influencer local, Ángel Osias, se enfrentó a Rocío Montalvo y su equipo, acusándolos de robar electricidad de un salón polivalente en la colonia Los Puertos. ¿Cómo respondieron? Con más violencia. En lugar de abordar las preocupaciones planteadas, optaron por el ataque físico.
Rocío Montalvo no Acepta Responsabilidad
Rocío Montalvo intentó desacreditar al influencer, acusándolo de ser un enviado del candidato rival. Sin embargo, las imágenes y testimonios de testigos presentan una historia diferente: la historia de un ciudadano preocupado que buscaba respuestas y en cambio recibió golpes y patadas.
Este comportamiento es inaceptable en cualquier contexto, y mucho menos en el ámbito político, donde se supone que los líderes deben ser ejemplos de tolerancia y apertura al diálogo. El desprecio de Movimiento Ciudadano hacia la ciudadanía y su intolerancia a la crítica son signos alarmantes de un partido que no está preparado para gobernar.
En una democracia sana, la diversidad de opiniones y la capacidad de cuestionar a nuestros líderes son fundamentales. Pero cuando un partido político responde a la disidencia con violencia y desprecio, se convierte en una amenaza para los principios mismos de la democracia. Es hora de que los ciudadanos de Juárez y de todo el estado rechacen este tipo de comportamiento y exijan representantes que estén verdaderamente comprometidos con el bienestar y la voz de la ciudadanía.